Primero, la obligatoriedad anunciada en Alemania se refiere a mascarillas médicas, concepto bajo el cual se engloban tanto las mascarillas de protección personal (como las FFP2) como las que en España se conocen como mascarillas quirúrgicas. Con esta medida se trata de reforzar el uso de mascarillas seguras en un entorno en el que han proliferado gran cantidad de mascarillas de tela no sometidas a normativa alguna.
Segundo, a diferencia de otros países europeos, en España existe una normativa aplicable a una nueva categoría de mascarillas, las denominadas mascarillas higiénicas, desechables o reutilizables (suelen ser de tela), sometidas a unos parámetros mínimos de eficacia de filtración y respirabilidad que las hace equiparables en la práctica a las mascarillas quirúrgicas. Esta normativa (homologación UNE 0064 y UNE 0065) ofrece al consumidor español una mayor garantía de calidad de las mascarillas no médicas que la que ofrecen en otros países, donde son simplemente mascarillas textiles no sometidas a ningún estándar normativo, o como mucho al acuerdo europeo CWA 17553 que exige menores niveles de filtración.
Por lo tanto, en España, es posible encontrar:
Mascarillas quirúrgicas: con marcado CE y referencia UNE EN 14683. Su eficacia de filtración es del 95% para las de tipo I o hasta del 98% para las del tipo II y IIR, aunque estas últimas están destinadas a un uso sanitario.
Mascarillas higiénicas, con referencia UNE 0064 (para las desechables) o 0065 (las reutilizables o de tela) y una eficacia de filtración del 95% y el 90% respectivamente. Es decir, una eficacia igual o equiparable a las quirúrgicas.
Mascarillas concebidas como equipos de protección personal (EPI), con marcado CE y referencia UNE EN-149 (las FFP1, FFP2 y FFP3). No están diseñadas para evitar la transmisión de infecciones en la población general, sino para protegerse uno mismo en entornos de riesgo (por profesionales sanitarios, cuidadores de personas infectadas o personas especialmente vulnerables). De hecho, tienen una peor respirabilidad. Y su uso implica mantener un estrecho ajuste a la cara, algo complicado en el caso de los niños.
Otras mascarillas. No homologadas para ofrecer una suficiente eficacia de filtración, en cuyo caso no pueden hacer referencia a protección Covid-19.
Además, los precios también son muy diferentes según el tipo mascarilla. Mientras que las médicas, FFP2 y quirúrgicas, tienen ahora un precio medio de 1,0 y 0,5 euros por unidad respectivamente, las higiénicas son bastante más baratas: desde 0,15 euros la unidad las desechables y desde 0,05 euros por uso las reutilizables de tela, ambas homologadas. Sea como sea, OCU insiste en su gratuidad, al menos para las familias con menos recursos en su campaña #mascarillasparatodos
En definitiva, OCU recuerda que las mascarillas higiénicas en España tienen estándares de calidad y eficacia equiparables a las mascarillas quirúrgicas. Y son bastante más baratas. Además, OCU considera que no hay razón para impulsar el uso generalizado de mascarillas FFP2, concebidas para protegerse en entornos de alto riesgo. Seamos claros: si se considerara que existe algún espacio en el que el riesgo de contagio es tal que debe utilizarse una mascarilla FFP2, deberían cerrarse al público inmediatamente. En cualquier caso, no está de más que el Ministerio de Sanidad corrobore sus recomendaciones sobre el uso de la mascarillas, tal y como se hace en este documento elaborado por el Ministerio de Consumo.
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