La música cofrade se subdivide en cuatro géneros: bandas de música, cornetas y tambores, agrupaciones musicales y capillas musicales
Por Alberto Zumaquero
La capilla musical es el género más antiguo. Estas nacen como una reminiscencia de los músicos profesionales que interpretaban piezas sacras en las catedrales e iglesias más importantes. En su formación están representadas todas las voces de un coro. Pueden estar formadas por distintos instrumentos, siendo los más usuales los de la familia del viento madera, tales como el oboe, el clarinete o el fagot. Este acompañamiento suele ser usado en las hermandades con carácter más fúnebre.
Algo desconocido por muchos es que el género de las bandas de cornetas y tambores fue creado en Málaga, por la Banda del Real Cuerpo de Bomberos y teniendo su máximo exponente en el autor de sus marchas Don Alberto Escamez. Es probablemente el género que más ha evolucionado dentro de la música cofrade, añadiendo instrumentos de viento metal para acompañar en la armonía a la corneta. Podemos afirmar con rotundidad que el sonido de la corneta es el más característico y representativo de la música cofrade. Este tipo de formación, tradicionalmente, se ha usado en Málaga para ir en el frente de procesión, anunciando la llegada de la hermandad en cuestión. Desde hace dos décadas, se ha puesto más en valor a este tipo de formaciones, acompañando a numerosos tronos de Cristo en nuestra ciudad.
La banda de música es una formación de plantilla completa, formada por instrumentos de viento (metal y madera) y percusión. Este tipo de formación, a diferencia de otras provincias andaluzas, -que solo suelen ser utilizadas para acompañar a pasos de Vírgenes-, son usadas en Málaga para acompasar, indistintamente, el caminar del Señor o el de Su Madre. El máximo exponente en Málaga lo encontramos en el ya desaparecido compositor Don Perfecto Artola.
La agrupación musical es autóctona de la provincia de Sevilla y es el género más reciente introducido en Málaga, de ahí que solo contemos con una formación en la capital. La agrupación musical usa prácticamente la misma plantilla que la banda de cornetas y tambores, con la diferencia que la melodia la lleva la trompeta, y no la corneta, y que en su percusión aparecen los platos como parte importante e insustituible.
Como comentario general, podemos afirmar que la música cofrade en Málaga goza de una salud envidiable, contando con numerosas formaciones, y algunas de ellas de un nivel altísimo, y de ahí su participación diaria en nuestra Semana Santa.
Y para finalizar, una petición: la Semana Santa, sin música, no sería lo que es. Así que, les sugiero que, durante esta Semana, mostrad a los músicos vuestro respeto, con vuestro silencio, y disfruten del resultado del trabajo diario que miles de músicos llevamos a cabo durante todo un año, casi sin descanso.
Buena Semana Santa para todos.
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