Anoche se celebró la Final del XXXVIII Certamen de Malagueñas de Fiesta y seguimos sin enterarnos de na
Antes de nada quiero felicitar a los ganadores de este año y que, por supuesto, la votación fue clara, transparente y con total democracia. Ganó en que obtuvo más puntos y nada más.
Este artículo no se refiere a este año 2023 en concreto, sino a la poca participación de estos últimos años.
Creo que esto ya no se trata de nombrar ganador al que obtenga más puntos. Estamos en un momento del certamen que pide a gritos otra forma de otorgar los premios. Los que seguimos y vivimos el certamen desde hace años sabemos que éste agoniza, se va apagando poco a poco y necesita un revulsivo. Este año acepté ser miembro del jurado a petición de la Federación Malagueña de Peñas, Centros Culturales y Casas Regionales La Alcazaba, sin saber nada de las bases, del cambio de sistema de puntuación, ni nada de nada. Acepté para ver si de alguna manera, pudiera aportar algo positivo, pero no. Ya estaba todo decidido, las normas, las bases, el sistema de puntuación, todo. Tanto, que incluso pensé en rechazar la invitación y no formar parte de dicho jurado porque no estaba de acuerdo en algunas cosas. Pero bueno, al final estuve y me di cuenta que, efectivamente, o le damos un cambio al certamen o el barco se va a pique.
Cuando un concurso o certamen funciona, hay participación, va avanzando y la cuestión es solo si estás más o menos de acuerdo con los premios otorgados, pues nada, se trata de gustos y nada más. Pero si ves que no solo se estanca, sino que va hacia atrás, hay que parar un poco y pensar si es necesario cambiar el sistema o modificar ciertas cosas.
Intentaré ser claro sin ofender a nadie y parecer lo menos prepotente posible. Un jurado de un certamen, de Malagueñas de Fiesta, de Copla, de Saetas o de lo que sea, tiene que saber del tema que va a puntuar. Tiene que conocer y tener clara la especialidad o género. En el caso de las Malagueñas de Fiesta, tiene que saber su estructura compositiva, la importancia de cada elemento, letra, melodía, interpretación, entonación, expresividad, puesta en escena, originalidad, darte cuenta o al menos intuir si la melodía te suena de otras composiciones o si realmente está haciendo algo novedoso. Si la letra tiene la calidad suficiente o simplemente es una sucesión de frases hechas que suenan bien pero sin fundamento. (Por cierto, este año, para el que no lo sepa, no se ha puntuado ni la letra ni la música (melodía) algo realmente increíble y uno de los motivos por el que estuve a punto de declinar la invitación para ser jurado. ¿Un concurso que se premia la composición y no se puntúa dicha composición? Raro ¿verdad? Pues eso.)
Esto lo digo en general, no refiriéndome a este año en concreto. Tenemos la prueba de Malagueñas de Fiesta grandiosas que no obtuvieron buenos premios, 1995, «La Boda» de Diana Navarro, 1999, «Sabor a sal» de Maldivas, 2001 «Cosas de mi tierra» de Virginia Gámez, 2002 «Gritar al viento» de Vanesa Martín, 2008 «La niña bella» de Pablo Alborán, y tantas otras. Pero en la mayoría de estos años la participación fue mucho mayor y la calidad tanto de las composiciones como la de los intérpretes, en mi opinión, eran también mayores y el trabajo del jurado era más arduo y difícil.
Ya se que es complicado tener cada año a un jurado especializado en Malagueñas de Fiesta, y aunque lo hubiera, también habría disparidad de opiniones y no siempre acertaría, de ahí la frase el «fallo del jurado». Solo pido un poco más de interés y seriedad cuando aceptas ser miembro de un jurado. Si crees que no estás lo suficientemente capacitado, no lo aceptes y ya está. Hay mucha ilusión y trabajo por parte del compositor y del intérprete para que luego no se le valore de una manera medio justa.
Esto es solo una reflexión en general. Lo de estos últimos años va por otro lado. Va de intentar que el certamen de Malagueñas de Fiesta no muera definitivamente en breve. Y vuelvo al tema de cambiar un poco la forma de otorgar los premios. Creo que estamos en un punto en el que hay que devolver e intentar renovar las ilusiones de los participantes. Cuando ves que va bajando la participación y cada año se presentan menos composiciones, se debería hacer un mayor reparto de los premios para tener a más gente «contenta». Lo de este año ha sido «especial» en cuanto a los premios de composición e interpretación. Pero ya van unos cuantos que suelen coincidir en el mismo intérprete el primero en composición y en interpretación. Eso hace que no se abra el abanico para que los premios estén más repartidos. Y alguien pensará «Si se merece los dos premios ¿porqué no le le va a dar?» Pues si, pero en mi opinión y en el de mucha gente, no siempre es así, casi nunca me atrevería a decir.
En la situación que se encuentra el certamen yo optaría por un sistema de otorgación de premios, no por puntos, sino por consenso de los miembros del jurado. Un jurado realmente cualificado, claro, donde se comente la participación de cada uno e intentando hacer un reparto de premios lo más extenso posible. Igual esto es difícil de realizar, pero no creo que sea una mala opción.
O igual la solución está en eliminar el certamen y crear un Festival, en el que no haya premios, solo el propósito de cantar y bailar por Malagueñas de Fiesta sin más interés. Se podría usar el presupuesto del ayuntamiento para solventar los gastos que ocasiona la participación de cada uno y repartir de manera equitativa entre los participantes. Lógicamente, si la participación fuera muy elevada, habría que hacer una selección de trece o quince, por ejemplo. Pero bueno, eso sería cuestión de organizarlo y estudiarlo.
Lo que está claro es que algo hay que hacer. Ni el sistema, bases actuales, forma de puntuar, etc, están funcionando, a mi entender.
Espero y deseo que de una forma u otra, continuando con el certamen o creando el Festival, cada año podamos disfrutar de nuevas composiciones, podamos seguir viendo de bailar a nuestras maravillosas academias y grupos, sigamos deleitándonos con la orquesta, se continúen grabando en cd cada año y se sigan oyendo nuevas Malagueñas en la Feria y cualquier otro evento festivo.